Cuenta la leyenda que cuando una mujer joven cumple la mayoría de edad, a ésta se le obsequia con un magnífico collar de perlas, símbolo de feminidad y madurez. Como yo no soy mujer elijo este 2.55 de Chanel vestido de perlas para este Otoño-Invierno.
Además, está realizado en una piel muy común para estas frías fechas, el shearling (pelo de oveja). Cuando lo tocas parece como si abrazaras un osito que te mantiene cálido durante todo el día.
También está disponible en negro. Está combinación de colores me encanta porque me hace pensar en las estrellas que encontramos en una despejada y preciosa noche.
¿Qué color os ha gustado más, negro o blanco?
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