Desde que en 2004 H&M lanzó su primera colaboración con un diseñador de moda, Karl Lagerfeld inauguró ese tándem, cada año se espera con ansia el nombre de la próxima colaboración. La idea es bien sencilla, tener en tu armario una prenda de diseñador pero con el sello de la firma sueca, eso se traduce a un precio mucho más barato y al alcance de todo el mundo.
Pero te soy sincero, nunca me he animado a comprar algo de estas colaboraciones y por algo lógico, si se reduce el precio, se reduce la calidad de la prenda. ¿De qué me sirve llevar una etiqueta que ponga Jimmy Choo by H&M si al tocarla noto la misma sensación que una de 10 €? quién me conoce, sabe que no busco el diseño, busco la calidad. Y eso no quiere decir que no compre ropa low cost ¡adoro Zara! pero también soy caprichoso de lo bueno y hecho en talleres controlados y regulados.
Eso sí, siempre que H&M anuncia una nueva colaboración, me gusta chafardear toda la colección. Este año eché un vistazo al lookbook de KENZO y por primera vez, hubo algo que me hechizó, un shopper con un diseño similar a la »bolsa de compra» que encuentras en la boutique de la firma francesa pero realizado en piel.
De un impulso lo compré pero con la idea de devolverlo al pensar que se trataba de polipiel. Pero cuándo llegó, llevaba la etiqueta genuine leather, con lo que estaba ante un artículo de piel auténtica. El olor de la piel se percibe a distancia, aunque desconozco su grado, pero no creo que sea de la más alta calidad. Los acabados son muy buenos y apenas presenta signos que me decepcionen.
El interior también es de piel, detalle que últimamente tengo en cuenta a la hora de comprar un bolso. ¿Y qué siento al llevarlo? Siento como si volviera a mi infancia, siento como si fuera un niño pequeño, inocente, ilusionado y risueño por la vida.
Photos by Luis Lau
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