Todo lo que nos rodea, incluso pequeña que sea, tiene una historia detrás de ella. Un bolso también lo tiene, ese accesorio indispensable hoy en día para hombres y mujeres, nace de una razón y de un por qué. Hoy hablaré del conocido Lady Dior, el bolso emblema de la maison Dior.
La historia comienza en el año 1995 cuando Bernadette Chirac, política francesa y ex mujer del antiguo presidente de Francia Jacques Chirac, recibe en París a la princesa Diana de Gales y le obsequia un precioso bolso de Dior, conocido por aquél entonces por el nombre Chouchou.
El flechazo que tuvo la princesa con el bolso fue inmediato y empezó a lucirlo en todos los acontecimientos importantes que tenía. Lo llevaba a todos lados y lo convirtió en su fiel acompañante. Le aportaba elegancia, glamour y sofisticación a cualquier look que luciese. Cuándo la gente se percató de ese »amor», empezó a ser éxito de ventas. Fue entonces cuando la maison francesa, en honor a la princesa Diana, rebautizó el bolso con el nombre Lady Dior.
Confeccionado a mano en piel de cordero acolchada y adornada con el mítico pespunte cannage que adornaba las sillas estilo Napoleón III, un motivo que posteriormente Monsieur Dior utilizó de adorno en los sillones de sus primeros desfiles.
De forma cuadrangular, con dos asas cortas y una correa larga extraíble, es un buen fondo de armario ya que combina con cualquier look y lo puedes utilizar en cualquier momento del día. Es un bolso que habla por sí solo, tiene alma y fuerza. Llega a tal nivel que la afortunada, o afortunado, que lo luzca, le confiere un estilo inigualable.
Pero qué mejor que aprecies el savoir-faire que le caracteriza al Lady Dior. Como buen bolso de lujo, está confeccionado íntegramente a mano por unos artesanos cualificados que llevan años de maestría.
El Lady Dior es sin duda un referente único en el mundo del lujo, una pieza atemporal, versátil y exclusiva.
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